"Las verdades de Chavela" es el título del libro recientemente publicado, escrito por Chavela Vargas junto con María Cortina. En el, esta cantante mexicana pero nacida en Costa Rica, que hoy cuenta con más de 90 años de edad, relata diversos capítulos de la historia de su vida, tanto a nivel profesional como a nivel personal, pero lejos de ser una autobiografía, es más bien un libro de sensaciones y de sentimientos sobre lo vivido. Asegura que no quiere morir, pero que está preparada para ello, y es por eso, que quiere dejar zanjados todos los asuntos pendientes.
Esta valiente mujer, que ha vivido su vida en cada momento, como le ha dado la gana de vivirla y rompiendo todos los moldes sociales establecidos, nació en el año 1919 y con diecisiete años huyó a México. Fue allí donde empezaría a cantar canciones que hasta ese momento se interpretaban por caballeros, incluso en muchas ocasiones vestiría como un hombre.
De todos sus seguidores es conocido, el amor que se profesaban ella y la pintora mexicana Frida Khalo, y entre "Las verdades de Chavela" se cuela una carta intima y sentimental en la que la pintora le cuenta al poeta, y amigo suyo, Carlos Pellicer, sus sentimientos por la cantante, carta que ha levantado no pocas polémicas por las dudas que existen sobre ella, a pesar de que la portavoz de la "Colección Arte", propiedad del anticuario Carlos Noyola, no ha dudado a la hora de salir a defender su autenticidad. La carta forma parte de una colección de 1.200 objetos que supuestamente pertenecieron a la pintora mexicana.
Algunos expertos, entre ellos el Museo Frida Kahlo, han cuestionado la autenticidad de las piezas, al considerar que existen errores de ortografía que Frida no hubiera cometido, y que su contenido es demasiado vulgar para la artista, que era más sutil ("Hoy conocí a Chavela Vargas. Extraordinaria, lesbiana, es más, se me antojó eróticamente. No sé si ella sintió lo que yo. Pero creo que es una mujer lo bastante liberal que si me lo pide no dudaría un segundo en desnudarme ante ella", señala la carta, que le dirige Kahlo al poeta Carlos Pellicer y en la que se refiere a Chavela Vargas. "Ella, repito, es erótica. Acaso es un regalo que el cielo me envía. Frida K.", concluye el texto).
Incluso,la crítica de arte Raquel Tibol, ex secretaria particular del muralista Diego Rivera, esposo de Kahlo, y autora de la exhaustiva biografía de Frida Kahlo "En su luz más íntima", opina que las cartas y demás objetos en posesión de Noyola son falsificaciones "grotescas".
Es a la Fiscalía de México a la que corresponde investigar si estos objetos correnpondierón en realidad a Khalo, atendiendo así a la denuncia presentada por un grupo de expertos, (encabezada por Pedro Diego Alvarado Rivera, descendiente del muralista), presentada ante la Procuradía General de la República y firmada por el fideicomiso del Banco de México.
Pese a toda lo polémica generada, no nos olvidamos de Chavela, luchadora al igual que Frida, y volvemos a su libro, que comienza así:
“Mi nombre es Chavela Vargas, tengo 90 años y estoy viva. Viva de tanto vivir, de tanto amar, de tanto gritar que estoy viva”
Esta valiente mujer, que ha vivido su vida en cada momento, como le ha dado la gana de vivirla y rompiendo todos los moldes sociales establecidos, nació en el año 1919 y con diecisiete años huyó a México. Fue allí donde empezaría a cantar canciones que hasta ese momento se interpretaban por caballeros, incluso en muchas ocasiones vestiría como un hombre.
De todos sus seguidores es conocido, el amor que se profesaban ella y la pintora mexicana Frida Khalo, y entre "Las verdades de Chavela" se cuela una carta intima y sentimental en la que la pintora le cuenta al poeta, y amigo suyo, Carlos Pellicer, sus sentimientos por la cantante, carta que ha levantado no pocas polémicas por las dudas que existen sobre ella, a pesar de que la portavoz de la "Colección Arte", propiedad del anticuario Carlos Noyola, no ha dudado a la hora de salir a defender su autenticidad. La carta forma parte de una colección de 1.200 objetos que supuestamente pertenecieron a la pintora mexicana.
Algunos expertos, entre ellos el Museo Frida Kahlo, han cuestionado la autenticidad de las piezas, al considerar que existen errores de ortografía que Frida no hubiera cometido, y que su contenido es demasiado vulgar para la artista, que era más sutil ("Hoy conocí a Chavela Vargas. Extraordinaria, lesbiana, es más, se me antojó eróticamente. No sé si ella sintió lo que yo. Pero creo que es una mujer lo bastante liberal que si me lo pide no dudaría un segundo en desnudarme ante ella", señala la carta, que le dirige Kahlo al poeta Carlos Pellicer y en la que se refiere a Chavela Vargas. "Ella, repito, es erótica. Acaso es un regalo que el cielo me envía. Frida K.", concluye el texto).
Incluso,la crítica de arte Raquel Tibol, ex secretaria particular del muralista Diego Rivera, esposo de Kahlo, y autora de la exhaustiva biografía de Frida Kahlo "En su luz más íntima", opina que las cartas y demás objetos en posesión de Noyola son falsificaciones "grotescas".
Es a la Fiscalía de México a la que corresponde investigar si estos objetos correnpondierón en realidad a Khalo, atendiendo así a la denuncia presentada por un grupo de expertos, (encabezada por Pedro Diego Alvarado Rivera, descendiente del muralista), presentada ante la Procuradía General de la República y firmada por el fideicomiso del Banco de México.
Pese a toda lo polémica generada, no nos olvidamos de Chavela, luchadora al igual que Frida, y volvemos a su libro, que comienza así:
“Mi nombre es Chavela Vargas, tengo 90 años y estoy viva. Viva de tanto vivir, de tanto amar, de tanto gritar que estoy viva”
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