Gracias,
por hacerme reír en tantos momentos,
por amarme con la intensidad que me amas,
por tu pasión,
por tirar de mí en los tormentos,
por comprender mis silencios,
por abrirme la puerta de tus sentimientos.
Gracias,
por ser papá antes de tiempo,
por cuidarle y amarle,
por convertirme de nuevo en madre.
Gracias,
por hacer de nosotros tu mundo,
por echar aquí tus raíces, ¡tan lejos del nido!,
por ese lugar tan bello y de familia dulce que nos cautivó,
por brindarnos ese lazo de unión.
Gracias,
por no olvidar tus orígenes,
por venerarles,
por enseñarnos que no importan las distancias para amarles,
por darme cinco hermanos más: Mario, Magda, Lourdes, Wilfred y Walter,
por papi y mima, ejemplos de valentía y coraje,
por hacer, con su amor posible...
Posible,
... que hoy seas tú mi razón de ser.
ClariBé. (22/08/2008)
lunes, 30 de noviembre de 2009
"A mi niño"
En un cercano lugar
del que ahora te voy a hablar,
tuvo lugar un encuentro
mejor que el de ningún cuento.
Sucedió en el mes de marzo, en el año dos mil uno
y para ser más exactos, el mismo día veintiuno.
Los rayos de "Sol" prometían
que ese iba a ser un gran día,
pero fueron los de "Luna"
los que trajeron fortuna.
A las doce de la noche, cuando más linda brillaba,
poco a poco, beso a beso, la fortuna ya asomaba,
casi podía abrazarse el regalo que anhelaban.
¡Que alegría oír su llanto y sentirle entre sus brazos!
y poderle hacer cariños desde el mismo mes de marzo.
¿Aún no sabes de que hablo?,
De un niño llamado Marcos.
¿Ya sabes de que te hablo?,
De sus papás Blanca y Carlos
¡Claro que si! de eso te hablo,
del nacimiento de un niño,
como tantos otros niños,
como tantas otras veces,
sólo que esta vez, y este niño
de nombre se llama Marcos.
Con su piel de chocolate
sus ojos color de miel
y su pelo negro azabache,
así empezó nuestro viaje.
El viaje de la alegría,
de las risas, travesuras,
picardías y aventuras.
Y como en todos los viajes
ha habido algún que otro bache
que con amor y coraje
hemos convertido en valle.
Hoy Marcos cuenta seis años
y además de sus papás,
un hermano y una hermana
son compañeros de viaje.
¡Y ha habido grandes momentos!
que como se hace muy tarde
dejaremos para otros cuentos.
ClariBé. (2006)
del que ahora te voy a hablar,
tuvo lugar un encuentro
mejor que el de ningún cuento.
Sucedió en el mes de marzo, en el año dos mil uno
y para ser más exactos, el mismo día veintiuno.
Los rayos de "Sol" prometían
que ese iba a ser un gran día,
pero fueron los de "Luna"
los que trajeron fortuna.
A las doce de la noche, cuando más linda brillaba,
poco a poco, beso a beso, la fortuna ya asomaba,
casi podía abrazarse el regalo que anhelaban.
¡Que alegría oír su llanto y sentirle entre sus brazos!
y poderle hacer cariños desde el mismo mes de marzo.
¿Aún no sabes de que hablo?,
De un niño llamado Marcos.
¿Ya sabes de que te hablo?,
De sus papás Blanca y Carlos
¡Claro que si! de eso te hablo,
del nacimiento de un niño,
como tantos otros niños,
como tantas otras veces,
sólo que esta vez, y este niño
de nombre se llama Marcos.
Con su piel de chocolate
sus ojos color de miel
y su pelo negro azabache,
así empezó nuestro viaje.
El viaje de la alegría,
de las risas, travesuras,
picardías y aventuras.
Y como en todos los viajes
ha habido algún que otro bache
que con amor y coraje
hemos convertido en valle.
Hoy Marcos cuenta seis años
y además de sus papás,
un hermano y una hermana
son compañeros de viaje.
¡Y ha habido grandes momentos!
que como se hace muy tarde
dejaremos para otros cuentos.
ClariBé. (2006)
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