Mi pequeño contacto con el arte: pintores, escritores, poetas, escultores, músicos...; famosos, anónimos...; y lo que me aflore, cuando me aflore y como me aflore.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Diego

Verdad es, muy grande, que yo no quisiera, ni hablar, ni dormir ni oír, ni querer.
Sentirme encerrada, sin miedo a la sangre, sin tiempo ni magia, dentro de tu mismo miedo, y dentro de tu gran angustia, y, en el mismo ruido de tu corazón.
Toda esta locura, si te la pidiera, yo sé que sería, para tu silencio, solo turbación.
Te pido violencia, en la sinrazón, y tú, me das gracia, tu luz y calor.
Pintarte quisiera, pero no hay colores, por haberlos tanto , en mi confusión, la forma concreta de mi gran amor.


martes, 5 de febrero de 2013

"presente"

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.

Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.

Si supiera que eston son los últimos minutos que te veo, diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

                                                                                                                          Anónimo.


jueves, 2 de febrero de 2012

(Siempre estás muy presente). "Alba".

Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores
Y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin ojos
De la médula del alma.
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo nidos y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
Como una estrella apagada.






Federico García Lorca.

jueves, 12 de enero de 2012

Nunca te quejes de nadie.

Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean,
hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer,
las circunstancias son buenas o malas
según la voluntad o fortaleza de tu corazón.

Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo
y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre 
surge de las cenizas de su error.

No te amargues de tu propio fracaso
ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar
y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Aprende de los audaces, de los fuertes,
de quién no acepta situaciones,
de quién vivirá a pesar de todo,
piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo
y tus problemas sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor 
y a ser más grande que el más grande de los obstáculos,
mírate en el espejo de tí mismo y serás libre y fuerte
y dejarás de ser un títere de las circunstancias
porque tú mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, 
decídete y triunfarás en la vida;
nunca pienses en la suerte, porque la suerte es:
el pretexto de los fracasados.

Pablo Neruda.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Madre Teresa de Calcuta, "Enseñaras".

Enseñarás





Enseñarás a volar
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.

Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.

Pero sabrás que cada vez que ellos
vuelen, piensen, sueñen, canten, vivan...
Estará la semilla del camino
enseñado y aprendido.


 
 Autor: Madre Teresa de Calcuta

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Gracias Lina, como tú dijiste, he tenido una "EPIFANÍA", y tú has sido mi manera de llegar a ella.

Y llegó el primer día de clase, y allí estaba ella, Lina Vila, mi profesora. Y allí estaba también Frida Kahlo, en sus explicaciones, en sus diapositivas, en el aire, en mi sangre y en mi corazón. Me sentí envuelta hasta la médula con aquella pintora extraordinaria, con su dolor, con su amor, con su fuerza, con su garra, con su obra. La voz de Lina era como el susurro de una dulce melodía, yo solo podía dejarme llevar.