Vino al mundo el día 8 de diciembre de 1886, junto con su hermano gemelo José Carlos María. Esto sucedió en Guanajuato, capital del estado mexicano del mismo nombre. Su nombre completo era José Diego María. Furon los dos primeros hijos de un matrimonio de maestros (Diego Rivera y María del Pilar Barrientos). Según algunas fuentes, su abuelo paterno era ruso y su abuela materna india, ambos habían terminado emigrando a México. Esto no ha podido ser demostrado hasta el momento, pero según los entendidos ilustran bien los aspectos de su procedencia que Rivera más estimaba. Estaba muy orgulloso de ser un auténtico mestizo gracias a la sangre india de su abuela y de haber heredado el espíritu revolucionario de su abuelo ruso, que había luchado al lado del primer presidente mexicano tras la independencia, Benito Juárez.
Carlos, el hermano gemelo de Diego, fallece con tan solo 18 meses, sumiendo a la familia en una gran tristeza, que empieza a disiparse
con el nacimiento de su hermana menor, María del Pilar, en 1891.
Su madre, María, inicia los estudios de medicina y se hace comadrona.
Debido a los momentos políticos que estaba atravesando el país, la familia Rivera acaba mudándose a Ciudad de México en 1892, esperando una situación más favorable en la capital mexicana.
A Diego, su padre le enseño a leer a los cuatro años, y su madre, católica convencida, envío a su hijo al Colegio Católico Carpantier. En el tercer curso recibe una distinción por sus buenas notas. Diego muestra además buenas cualidades para el arte y comienza a asistir a clases en la Academia Nacional de San Carlos. Desde chiquitín dibujaba apasionadamente, esta pasión junto con su talento, harían de estas clases una gran evolución.
Su padre, prácticamente le obliga a ingresar en la academia militar, pero Diego no duro mucho, en 1898 la abandona para matricularse en la prestigiosa Academia de San Carlos. El Arte se convertiría en parte integrante de su vida, en algo absolutamente vital para él, como el pan, el agua o el aire, tal y como escribiría más tarde.
"Mi estilo nació como un niño, en un instante; con la diferencia de que a ese nacimiento le había precedido un atribulado embarazo de 35 años" (Diego Rivera).
