Verdad es, muy grande, que yo no quisiera, ni hablar, ni dormir ni oír, ni querer.
Sentirme encerrada, sin miedo a la sangre, sin tiempo ni magia, dentro de tu mismo miedo, y dentro de tu gran angustia, y, en el mismo ruido de tu corazón.
Toda esta locura, si te la pidiera, yo sé que sería, para tu silencio, solo turbación.
Te pido violencia, en la sinrazón, y tú, me das gracia, tu luz y calor.
Pintarte quisiera, pero no hay colores, por haberlos tanto , en mi confusión, la forma concreta de mi gran amor.